El secado y clasificación de los cogollos del cannabis es una fase importantísima para conseguir un producto de alta calidad. Durante el secado se producen diferentes procesos químicos en el cogollo, cuyo resultado final dependerá considerablemente de los factores externos y cómo tratemos el producto.

En más de 400 m2 de superficie de esta nueva Planta, UCAN destinó un área para la recepción y descocado, un área para el proceso de trimming en húmedo y en forma manual ; otra zona acondicionada con temperatura y humedad óptima para el secado natural, donde se supervisa la marcha del secado por unos 14 días.

Este secado se termina en 6 hornos de alta tecnología, y de allí se deriva al área de acabado donde se clasifican los gogollos por su tamaño, se hace el trimming fino o manicurado, se examinan con lupa imperfecciones del cogollo o presencia de hongos, para luego envasarlos cuidadosamente y etiquetar las bolsas con datos precisos que permiten la trazabilidad del producto para su futura exportación.

El trimming manual es el método tradicional y el que ofrece mejores resultados, y demanda entre 30 y 40 personas trabajando cuidadosamente una vez levantada la cosecha, porque debe hacerse en un corto período de tiempo.

Durante el trimming en seco o manicurado fino, se usa una bandeja o tamizador para recoger los tricomas que se vayan desprendiendo. Y el resultado se deriva a bandejas donde se examinan cuidadosamente los cogollos resultantes.

La capacidad de secado de esta nueva planta es de 3 toneladas cada 4 a 5 días, o sea entre 15 y 18 toneladas al mes de cogollo húmedo.

Los cogollos secos se almacenan en recipientes, que deben abrirse durante diez minutos al día para que, al entrar en contacto con el aire, el CBD se vaya degradando y el efecto se vuelva más potente.

UCAN se nutre de su propia producción en sus dos hectáreas y media de campo especialmente acondicionado para el cultivo; de lo que producen productores asociados debidamente asesorados y supervisados según los estándares que requiere la empresa y los mercados de importación; y de la compra a pequeños productores que cumplen con los requisitos de calidad en el cultivo y cosecha del cannabis.